28/12/08

La Radio en Cuba. Historia de Oscar Luis López 1.988


sábado 27 de diciembre de 2008
LA RADIO EN CUBA
Cuba fue una de las pioneras en América Latina en desarrollar la radio y la televisión, pues desde 1922, auspiciada por la Internacional Telephone and Telegraph (ITT) en la isla caribeña fue montada la primera planta radial, en la época en que se producía la expansión industrial y financiera de los consorcios eléctricos de los EE.UU.
La primera emisora que transmitió en Cuba fue la 2LC del músico cubano, creador del género ¨criolla¨, Luis Casas Romero, el 22 de Agosto de 1922, aunque de manera oficial, la primera emisora de radio que se considera operando en Cuba fue la PWX, establecida por la compañía Cuban Telephone Company, inaugurada el 10 de octubre de 1922 con un acto solemne para celebrar el grito de Yara.
A las cuatro de la tarde da comienzo el programa con las vibrantes notas de nuestro Himno Nacional, interpretado por la orquesta Casas, dirigida por el maestro Luís Casas Romero. El presidente de la República, Alfredo Zayas pronuncia el discurso inaugural – en español y en inglés - Esta emisora luego cambió sus siglas por las de CMC.
La emisora 2LC, conocida posteriormente por CMKC, oficialmente se inaugura el 16 de abril de 1923, operando en la banda de los 360 metros. Más tarde surgirán paulatinamente en la capital las emisoras 2DW, 2AB, 2OK, 2BY y otras similares las cuales anunciaban la hora, el estado del tiempo, el deporte y las últimas noticias, y en 1933 la de onda corta de Cuba, COCO. Así sucesivamente, surgen las emisoras CMBX y CMQ (La Voz de las Antillas), entre otras tantas emisoras que aparecían como nuevas fuentes de negocios de quienes querían ganar cierta relevancia en el mundo social y político de la época.
A este período se le conoció como la etapa del Romanticismo Radial, porque las actividades tenian un carácter de afición, en el sentido corriente de la palabra, en fin, artesanal.
Continuó después la etapa Comercial, donde Cuba alcanzó un nivel de desarrollo radial que sobrepasó con creces el índice aplicable a un país de tan limitada extensión y solo seis millones de habitantes.
La ciudad de La Habana, que se puede recorrer de un extremo a otro de sus límites urbanos, contaba en 1939 (año que marca el punto más alto de crecimiento radial), con treinta y cuatro emisoras locales de onda media. Cada una con su programación individual, comenzada generalmente a las seis de la mañana y mantenida sin interrupción hasta la media noche, con un promedio de 18 horas diarias de permanencia en el aire para cada emisora.
A esto hay que añadir 46 emisoras locales independientes, que operaban en las seis provincias que forman el territorio nacional y 11 emisoras de onda corta.
Detrás de todo esto estaban las compañías de películas norteamericanas, por un lado, y, por otro, las casas distribuidoras, que con los dueños de cines, formaban la trilogía del monopolio peliculero. Esta amplia red de radiodifusión produjo el desarrollo de un personal artístico y técnico especializado. Los métodos más avanzados del sistema radio comercial norteamericano se aplicaron en Cuba, con las necesarias variantes que lo ajustara a un medo económico más reducido, que contaba con menores índices de consumo.
Artistas, escritores y directores de radio, salieron con frecuencia de Cuba para ocupar posiciones destacadas en la radiodifusión en casi todos los países de la América Hispana e introdujeron en unos y ampliaron en otros, los estilos artísticos y métodos de trabajo, dando a la radiodifusión latina, tanto en arte como en su aspecto publicitario y comercial, una reconocida influencia de las normas creadas en La Habana.
Para garantizar una audiencia permanente en todo el territorio, se organiza la operación simultánea de muchas plantas en las provincias, unido por un hilo telefónico por la central de La Habana. Son las ¨cadenas de radio ¨ que, en efecto, van a encerrar a la radio en un círculo controlado.
Aparecen grandes patrocinadores con bloques de programas dentro de una misma emisora. Los artistas más destacados firman contratos de exclusividad que los convierten en figuras dependientes de la industria, no de las plantas.
Los equipos de transición más potentes son obtenidos pr financiamiento confidencial con agentes de los grandes fabricantes, predominando los dos monopolios más poderosos: RCA Victor y General Electric. Así, los programas, edificios, equipos, personal y capital de operaciones quedan bajo el control de manos norteamericanas, dedicados a impulsar la penetración de sus productos mediante sistemas de propagandas dirigidos pr agencias subsidiarias de aquel país. Es por esto que a esta etapa se le llamó:
Etapa Monopolista.
La Etapa de Transición comenzó con el triunfo de la Revolución, y en los primeros meses del gobierno revolucionario, los magnates de la radio y los altos dirigentes del sector de la publicidad adoptaron una actitud de precaución.
Una de las primeras medidas aplicadas por la Revolución fue la de suprimir las subvenciones que recibían, confidencialmente, la prensa y las emisoras de radio y TV. Pero los Ministerio aprobaron créditos para emplear, de un modo técnico y legal, la divulgación de diversos temas de interés público. Las principales agencias de publicidad recibieron contratos para producir esos anuncios, dentro de las normas profesionales de los modernos servicios de relaciones públicas, de tal modo que, prensa, emisoras y agencias empezaron a considerar al Gobierno Revolucionario como un cliente a quien podían prestar buenos servicios, y obtener buenas utilidades.
(Oscar Luís López, 1998).

Fuente: La Radio AM y FM http://laradioamfm.blogspot.com/
de Frankie Arias, Republica Dominicana

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